Título: Música de cámara
Autora: Rosa Regàs
Editorial: Seix Barral
Año de publicación: 2013
Género: Novela
Nº de páginas: 320
Precio: 19 €
Premios: Biblioteca breve
Cuando leí no hace tanto Azul, que ganó el premio Nadal del 94, sentí que había descubierto a una autora definitiva. Conflictos potentes, prosa ambiciosa y precisión exquisita a la hora de retratar los tortuosos procesos que sigue la mente humana para desenvolverse en la vida. Todo esto aparece en Música de cámara pero con más tibieza. Echo de menos aquel pulso fuerte en el desarrollo de las situaciones, en la progresión lenta pero implacable de la trama hacia la tragedia. Sin embargo la obra tiene otros alicientes. Más cercana al realismo tradicional, la acción se desarrolla en un lapso de casi cuarenta años, con mayor variedad de personajes, evolución de caracteres y algún asomo de reflejos melodramáticos a los que la autora sabiamente renuncia.
Creo que el objetivo de la obra es distinto de aquella otra. Aquí se trata de hablar de España, de dónde estamos, de qué nos pasa. El conflicto humano parece una excusa (bien trenzada) para mostrar que solo hay una manera de juzgarnos, de comprendernos: conocer la historia. No es una novela más sobre la Guerra Civil ni sobre la posguerra, sino sobre cómo aquellas dejaron asignaturas pendientes que hoy están muy lejos de ser resueltas pero proyectan sus sombras sobre nosotros con injusticia y dolor. Una novela reflexiva y con denuncia, pero que también se nutre de personajes muy humanos y de un estilo reconocible que gusta recuperar.
©Juan Torralba
Título: Ciudad abierta (Open city)
Autor: Teju Cole
Editorial: Acantilado
Año de publicación: 2012
Género: Novela
Nº de páginas: 296
Precio: 22 €
Creo que se atribuye a Camilo José Cela la siguiente definición: Novela es todo aquello que en su portada dice que es novela. Algo de eso hay en la opera prima de este estadounidense de origen nigeriano, crítico de arte, fotógrafo y ahora escritor. Parece fácil: me invento un personaje primo hermano de mí mismo, le animo a caminar por la ciudad que mejor conozco y la inevitable sucesión de acontecimientos nimios y casuales vertebrados por su propensión a la reflexión errática irá dando a luz páginas y páginas que, cuando me apetezca, interrumpiré con la palabra the end. Ya tengo novela.
No hay trama aquí, no hay estructura más allá de una apertura y un cierre con sutiles simetrías, no hay intriga, no hay jerarquía en los personajes, no hay tensión. Todo lo que ocurre emerge un momento para ser sepultado por lo que sigue. Como olas contra una playa. Tampoco hay prosa exuberante, humor, ingenio inteligente, diálogos con chispa... Y sin embargo, ¿por qué disfruto mansamente con el suceder de páginas y calles y personajes y situaciones? ¿Qué vínculo universal me une con un hombre solitario que encuentra placer en caminar y en hacerse preguntas, sin orden ni ánimo auténtico de respuesta, pero con sinceridad? Algo hay muy serio y muy verdadero en la mirada original de este autor-personaje que lo hace cómplice. Me inquieta y a la vez me da paz.
©Juan Torralba
Obra: El coloquio de los perros
Autor: Adaptación libre de Albert Boadella y Martina Cabanas sobre la obra de Miguel de Cervantes
Director: Ramón Fontseré
Actores: Ramon Fontserè, Pilar Sáenz, Dolors Tuneu y Xavi Sais, Xevi Vilà
Teatro: Pavón (Madrid)
Fechas: hasta el 28 de abril de 2013
Hay piezas que te cuentan una historia y disfrutas. Te introducen sabiamente en un mundo ajeno y vives los desvelos y alegrías de los personajes con el corazón en un puño, con sus sofás, sus paredes, sus escaleras y balcones. No es este el caso, ni falta que hace. Este montaje se parece más a un curso de imaginación. Aprende uno las mil formas de crear ambientes, situaciones y objetos aparentemente solo al alcance de la novela. ¡Hágase la tienda de animales! Ahí la tienes. ¡Hágase un rebaño en la montaña, una clínica de cirujía estética, una autopista con tráfico! Todo al alcance de tu mano con un click de luz (sutil), de sonido (austero) y de interpretación (mágica). Si Cervantes, que tanto amó el teatro, asomara la cabeza, quedaría boquiaberto de las posibilidades de la escena contemporánea. Els joglars ya deben de haber cumplido los 50 años montando obritas y no lo han hecho en balde. Esa síntesis de talento al escoger textos ambiciosos, exprimirlos en una puesta en escena imaginativa y multiplicarlos con unos actores muy competentes es un regalo para los amantes del teatro moderno.
Habrá quien se queje de cierto populismo en alusiones gruesas a la actualidad o de una tendencia al exceso en la provocación sexual, pero eso es quedarse en la puerta de la fiesta. La fiesta de la creatividad y del espectáculo. La fiesta del teatro.
©Juan Torralba
Título: Intemperie
Autor: Jesús Carrasco
Editorial: Seix-Barral
Año de publicación: 2013
Género: Novela
Nº de páginas: 224
Precio: 16,50 €
Realmente, una grata sorpresa. Todo el mundo parece fascinado por esta novela y leyéndola no extraña nada. Parece sacada de otra época, de unos años 50 neorrealistas que nos sacuden la conciencia con una realidad cruda, sin adornos, sin una palabra de más, sin un gesto que no sea imprescindible. Un relato donde los acontecimientos, pocos pero fundamentales, ocurren con la parsimonia natural de un medio rural tan inventado como verosímil. Cada cosa está en su sitio. Cada vuelta de tuerca, cada golpe de acción es tan sorprendente como lógico. La lógica de la maldad frente a la de la supervivencia.
No todo es perfecto. En el lenguaje arcaizante que en general deslumbra, por lo ambicioso y por los buenos resultados, brilla a veces un regusto artificioso que molesta un poco. Hay alguna escena de acción hollywoodiense bastante prescindible. Pero nada de eso importa. A las tres páginas, como debió de ocurrir con La familia de Pascual Duarte o con Tiempo de silencio, óperas primas ambas, conoce el lector que está ante una novela extraordinaria, una novela que ha entrado con toda la naturalidad en el no pequeño palacio de los clásicos de nuestra literatura. Hay que celebrarlo.
©Juan Torralba